jueves, 20 de octubre de 2016

Lamenta no hay disqueras!. Milly Quezada dice “canté merengue porque me tocó. Lo canté con lo que sentí. Y sentí lo que viví”.

SANTO DOMINGO. A Milly Quezada, cuando estaba en primaria, en la escuela, le costaba trabajo memorizar algo. Pero una canción, si le gusta, se la aprende con par de leídas. Eso dice la Reina del Merengue, quien próximamente será homenajeada por la embajada de Colombia en República Dominicana por la promoción de la música... colombiana, fuera de ese país. Temas como La Guacherna, Juanita y otras son de la compositora Esther Forero.

Ahora Milly anda de promoción del nuevo tema Que lluevan corazones, que enseña, contenta, en un CD promocional. Es el tercero de la próxima producción discográfica, que promete para el 2017. “El corito dice Ojalá que lluevan, ojalá que lluevan, ojalá que lluevan corazones. Parece Ojalá que llueva café, pero realmente estamos tratando de alejarnos de eso, porque nada que ver”, explica entusiasmada.

“Estamos hablando de Quiero que lluevan corazones,/ que se derramen bendiciones,/ que nadie quede fuera del caudal./ Que todo el mundo alcance algarabía,/ que se contangien de alegría / y que llueva la prosperidad... son buenos deseos, no hay en la letra alusión a Navidad ni a parranda. Pero sí, la Navidad es eso”, explicó-


Cómo olerse un hit

Milly confiesa que las canciones las agarra por el estribillo. “Ese es el gancho. Gilberto dice que una canción que tenga un buen estribillo es el gancho primordial para un hit. A mí, cuando hago una canción de cualquier persona, por ahí me doy cuenta si es un hit. Porque rápido, cuando termina, yo te puedo cantar el estribillo”.

Reconoce que otro ‘detector’ de hits son los niños. “Lo que los niños se aprenden de una vez, de que se pega se pega. No lo he puesto a prueba personalmente. Pero los niños comienzan a bailar primero, y comienzan a tararear”, Y entonces bromeó: “Atención a todos los merengueros, vamos a buscar la fórmula para un hit: un niño de tres o cuatro años”.
Nueva producción

Que lluevan corazones es parte de una nueva producción: “Hay tres temas que ya están en las redes, disponibles en Spotify, iTunes, etc, de la propuesta que estamos diseñando para el 2017, que viene con un contenido criollo, contenido caribeño, contenido de invitados, de posibles dúos. Que lo estamos elaborando a pulmón, porque no hay disqueras”, lamentó.
Admiraciones de reina

Milly tuvo palabras de admiración hacia Joseito Mateo, el Rey del Merengue, a quien reconoció su veteranía y “esa dedicación, esa magia y ese arte del ‘Diablo’ Mateo, que tiene en tarima, eso no se produce... Es algo que nace solo, que es un don”, dijo.

Del mismo modo recordó que en sus inicios era fanática de Lisette Alvarez: “Pero mira cómo son las cosas, mi esposo que era mi manager, el fenecido Rafael Vásquez, lo primero que hizo fue destruirme mi colección de Lisette, porque él decía que iba a tener tendencia a imitar a Lisette, a Yolandita Monge, que me encantaba la forma en que ella vibraba la voz, y yo estaba buscando. Él me vió -productor al fin- buscando de donde agarrarme para aprender, y me dijo ‘No señora, busque en su interior su estilo propio, su propia voz’. Pero para mí esas mujeres son tremendas. Y Celia Cruz ni hablar. pero eso es inimitable”.

“Cuando yo escuché a Maridalia Hernández se me fue el aire. Cuando yo la oí cantando ‘tú eres vida mía, todo lo que tengo ...’ dije ¡ay Rafael ya, aquí se acabó esto, ya...! Con la mujer que me han temblado los ruedos a mí”, reconoció.

El momento en que encontró su propia voz le fue confirmado por la aceptación. “El público me lo fue confirmando por la acogida de cada tema. Al principio fue Tú sabes que te quiero, y sabes que te amo... Johnny Ventura me cuenta que cuando escuchó eso de manos del fenecido productor Papi Lanfontaine, él le dijo “yo quiero invertir ahí. Porque inmediatamente vio la necesidad de llenar ese espacio en el mercado: una mujer cantando merengue, con el respeto que Doña Casandra se merece. Luego el gritito que me salió, gozando mi merengue, que eso se pegó y Wilfrido Vargas lo comenta cuando hablan de mí. Yo digo que el arte de cantar no se compra, eso viene de arriba, eso es un don. Yo he cantado sin procurar mercado ni nada. Canté merengue porque me tocó. Lo canté con lo que sentí. Y sentí lo que viví. Es algo auténtico que nace y que la gente lo recibe”, concluyó.

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