jueves, 18 de mayo de 2017

Una youtuber confesó que la obligaron a hacer películas porno. Víctima de un representante que la engañó y luego la forzó a protagonizar films xxx. Leer.

Fuente Infobae


Una famosa youtuber japonesa, Kurumin Aroma (26), relató en una entrevista con el diario británico The Guardian, que antes de consagrarse en la web cayó en manos de un representante, que la obligó a grabar películas porno.

Todo ocurrió hace cuatro años, en las calles de Tokio, cuando la joven soñaba con ingresar en el mundo de la fama. Un hombre se acercó a ella, le dio su tarjeta personal y le propuso ser modelo.

"El sujeto se dirigió de una forma muy respetuosa. Me dio su tarjeta de contacto y pensé que era alguien en quien podía confiar", expresó a The Guardian.

Al poco tiempo, mientras estaba en el último año de la universidad, Aroma fue a una entrevista personal. El presidente de la productora que la contactó le hizo firmar un contrato, en el cual estaba especificado que debía quitarse la ropa para una sesión de fotos.

"Esa fue la primera vez que escuché hablar de desnudez", dijo la muchacha. "Lloré, pero sentí mucha presión y no tuve otra opción que aceptar", añadió.

En los meses siguientes, se comunicaron con ella distintas personas de la productora para convencerla de participar de un film xxx. Aroma sabía que si se negaba podían iniciar una demanda millonaria en su contra.

Cuando concurrió al set los productores parecían amables, pero luego demostraron todo lo contrario. "Me dijeron que podría detener la grabación cuando me sintiera incómoda, pero no era verdad", contó la joven a The Guardian.

La historia de la actual estrella de YouTube es muy común en Japón. Son muchísimas las mujeres que son forzadas a aparecer en películas porno por empresas sin escrúpulos y no reguladas en la industria del cine erótico, que facturan alrededor de 500 mil millones de yenes al año (unos 4,4 mil millones de dólares).

Según Kazuko Ito, secretario general de Human Rights Now, las productoras de porno en ese país trabajan con total impunidad y no hay control del estado.

Ito consiguió detener la venta de algunas las películas de Aroma, pese a que otras grabaciones ya han sido difundidos en la web. Actualmente en Japón cerca de 200 mujeres están en vulnerabilidad dentro de la industria del modelaje y el entretenimiento, 50 son forzadas directamente a posar desnudas o a mantener relaciones sexuales.


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